El control de la sobrepoblación de la paloma (columba livia) versus el impacto ambiental
Observatorio Distrital de Protección y Bienestar Animal
Las palomas son una especie estrictamente asociada a los humanos y están adaptadas perfectamente al ecosistema urbano. Su proliferación en la ciudad se debe a la disponibilidad de alimento y, en parte, a la ausencia de depredadores que puedan controlar la sobrepoblación. Varios estudios revelan las diferentes enfermedades que pueden generar las palomas a los humanos. Parte del problema se concentra en el excremento de las palomas en la salud humana. Su excremento al tener contacto con el agua genera un hábitat ideal para diferentes hongos cuyos micelios penetran en la piedra generando corrosión. El excremento de las palomas favorece el desarrollo de flora nitrófila y de bacterias, causando perdida en el peso del material lítico ocasionado por los procesos de solubilización microbiana y acidificación del medio. Existen diferentes métodos para controlar la sobrepoblación de las palomas en las áreas urbanas. Sin embargo, muchos de estos no son tan eficientes y otros pueden llegar a generar un problema medio ambiental. Un método que provoca alarma y abandono afectando el descanso y perchado de las palomas son los repelentes, este tipo de sustancias producen una sensación de trabazón en las patas, evitando su estacionamiento. No obstante, pueden manchar las piedras, además de ser un método poco efectivo para el control de la población a largo plazo. En la actualidad se han encontrado métodos químicos más efectivos que, a largo plazo, terminan siendo menos costosos, pero algunos de ellos son contraproducentes y afectan no solo a las palomas sino a otro tipo de especies. La estricnina es un cebo tóxico letal, el cual puede ser ingerido por otra especie si no se aplica correctamente. El Avitrol es un método químico que ahuyenta y desorienta a las palomas iniciando un llamado de alerta para que las demás se alejen, pero es restringido en varios países debido a que es una sustancia química tóxica que mata a la especie que lo ingiera. La Nicarbazina es uno de los métodos químicos menos contraproducentes para el medio ambiente y la salud. Su ausencia de toxicidad secundaria la hace poco peligrosa para las palomas y otro tipo de fauna, y no implica un riesgo alto tanto para las personas como para los animales domésticos.